RESEÑA DE BATMAN V SUPERMAN: EL AMANECER DE LA JUSTICIA - PARTE 1 DE 12

Director: Zack Snyder
Guión: Chris Terrio y David S. Goyer
Reparto: Ben Affleck (Bruce Wayne/Batman), Henry Cavill (Clark Kent/Superman), Amy Adams (Lois Lane), Jesse Eisenberg (Lex Luthor), Gal Gadot (Diana Prince/Wonder Woman), Holly Hunter (Senadora Finch), Tao Okamoto (Mercy Graves), Calan Mulvey (Anatoly Knyazev), Scoot McNairy (Wallace Keefe), Diane Lane (Martha Kent), con Kevin Costner como Jonathan Kent, Jason Momoa como Aquaman, Ray Fisher como Victor Stone/Cyborg y Ezra Miller como Barry Allen/The Flash.
Música: Hans Zimmer y Junkie XL



Gotham, 1981. Narrado por la voz en off de un Bruce Wayne adulto, asistimos a un flashback de la noche en la que sus padres Thomas y Martha Wayne fueron asesinados por un ladrón delante de él. Durante el funeral, el joven Bruce echó a correr por el bosque que rodea la mansión Wayne y cayó en una cueva, donde una bandada de murciélagos asustados por la luz lo rodearon. En su recuerdo distorsionado (una “bella mentira”, como se refiere él a la imagen que conserva en su mente de aquel momento), los murciélagos lo elevaron hacia la luz. No había miedo, no había temor, solo la certeza de que aquello era el principio de una nueva vida.

Metropolis, 2013 (hace 18 meses). Bruce Wayne cruza en su helicóptero la bahía que separa Gotham de la vecina Metropolis. En la ciudad se está produciendo una batalla entre dos seres extraterrestres y el caos, la destrucción y la muerte están por todas partes. Bruce coge un Jeep y conduce sorteando derrumbes, obstáculos y explosiones hacia la torre que posee en la zona financiera de Metropolis. La nave Black Zero de Zod lanza su rayo contra la ciudad sin cesar, mientras Superman lucha contra el general kryptoniano en los cielos. Bruce ordena a su gente por teléfono que salgan del edificio, pero es demasiado tarde. El Wayne Financial colapsa bajo la visión calorífica de Zod, y Bruce apenas tiene tiempo para poder salvar a una niña de morir aplastada, y ayudar a uno de sus guardias de seguridad que había quedado atrapado por las piernas bajo una viga de acero. Impotente y lleno de ira, observa a los dos dioses que combaten en el cielo y cuya guerra le ha costado la vida a miles de personas…


Océano Índico, el presente. Un par de buceadores dan con una extraña roca en los alrededores de los restos de la máquina planetaria kryptoniana. Un hombre parece interesado en comprarla, y tras romper la parte exterior con un martillo queda  al descubierto un refulgente y verde corazón mineral.

Nairomi, África, el presente. Lois Lane va a entrevistar a un dictador militar, acompañada del fotógrafo Jimmy Olsen. Pero Olsen es en realidad un agente de la CIA con un localizador en su cámara, y cuando es descubierto por los hombres del dictador, le disparan en la cabeza y encierran a Lois. Superman aparece rápidamente y salva a su chica, atravesando varias paredes con el dictador. Mientras, en el exterior, los hombres que supuestamente trabajaban para el dictador (liderados por un hombre lleno de tatuajes y acento ruso) asesinan al resto de sus soldados, revelándose como traidores que trabajan para otros fines. Pero… ¿cuáles?





Tras el incidente, el Senado de los EEUU decide formar un comité para investigar las acciones de Superman, con la senadora Finch a la cabeza. El mundo debe preguntarse ahora qué es lo que Superman debe hacer, no maravillarse por lo que puede hacer.

Días más tarde, en el apartamento de Lois en Metropolis, la periodista está en la bañera observando una extraña bala del ejército del dictador que quedó incrustada en su agenda durante el tiroteo. Clark llega con la compra y un ramo de flores y mantienen una conversación sobre lo ocurrido, en la que Lois demuestra estar preocupada por las consecuencias de la masacre y le cuenta que se ha formado un comité especial del Senado para investigar lo que ocurrió. Clark le dice que no podía dejarla morir allí pero que él no mató a esas personas, y Lois se pregunta si es posible que estén juntos y que él pueda ser… él. Clark termina metiéndose en la bañera con ella…

El inicio de la película es sencillamente sublime. Posiblemente perfecto, diría yo.¿Era necesario volver a contar el origen de Batman e incluso convertirlo en la escena de apertura del film? Pues estrictamente necesario no era, pero hecho de una forma tan magistral como esta, se convierte de inmediato en una escena intocable de la película. Además el excepcional tema “Beautiful Lie” convierte la muerte de los Wayne y el nacimiento de Batman en pura poesía visual, y el poderoso tema “Their War Here” aporta un plus de potencia a la excepcional batalla de Metropolis que vemos aquí desde el punto de vista de Bruce Wayne.

Respecto a Bruce Wayne, en esta primera escena suya solo podemos subrayar que los haters de Ben Affleck se habrán tragado sus palabras. Affleck se convierte en todo un superhéroe sin capa ni capucha, con una actuación intensa pero comedida, salvando a una niña, a un empleado, preocupándose por la gente más que por él mismo… Todo lo que cabría esperar de Superman, pero aquí de la mano de la identidad civil de Batman. No falta tampoco alguna incongruencia en esa escena, claro. ¿Por qué los empleados de la Wayne Financial ven que todo se está desmoronando a su alrededor entre explosiones y no salen de la torre hasta que les llama Bruce? Llámame loco, pero creo que ningún convenio obliga a la plantilla a permanecer en su puesto de trabajo durante un desastre, así que o el cursillo de Riesgos Laborales no lo hizo ni el tato en esa oficina, o estamos ante un boquete de guión del tamaño de una boca de metro.

En cuanto a la escena de África, aquí comienzan mis problemas con el Superman que nos muestra este film. Bueno, para empezar sería mejor decir que comienzan mis problemas con Zack Snyder y su manera de entender ciertas cosas. Porque vamos a ver, Zack, amigo… ¿por qué has tenido que matar a Jimmy Olsen? Pudimos vivir sin él en Man of Steel, que no pasaba nada… Así que si no encontrabas la forma adecuada de introducirlo en este universo, haberlo dejado fuera, pero meterlo casi de puntillas (si no lees su nombre en los créditos, habrías pensado que era el agente encubierto random nº 724) para que reciba un disparo… lo siento, pero no. Sobra. Y duele.

Pero más todavía que eso, esta escena nos muestra a un Superman que llega tarde a la fiesta y con una única preocupación: salvar a Lois. A los demás que les den mucho por el saco. Y aunque no se dice explícitamente que el dictador militar haya muerto, yo tengo de mis dudas de que un misil humano te haga atravesar catorce paredes a la velocidad de una bala y sobrevivas; y si lo haces, seguramente el resto de tu vida te alimentarás con una pajita. Todo esto sin mediar una palabra, lo cual nos brinda a un Superman poco dialogante, al cual le preocupan bien poco los daños colaterales mientras que su chica esté a salvo. Muy humano comportamiento, sí, pero en mi opinión esa humanidad de Superman que la película quiere reflejar, es uno de sus errores. A fin de cuentas, Superman es Superman, y está bien humanizarlo pero debe haber actitudes en las que actúe no como lo haría yo, o como lo harías tú, sino como lo haría Superman.

Terminando con esta primera parte, la escena doméstica entre Clark y Lois es muy bonita. Ahí sí que corresponde ver ese lado humano del Clark Kent más relajado, del que llega a su casa donde no hay secretos ni problemas, y donde le espera la mujer que ama. Desde el primer momento nos dejan claro que es Lois el elemento humanizador de este Superman al que, por otro lado, se le ve un poco quemado con el mundo aunque no sabemos muy bien por qué.

En conclusión, en este primer corte la presentación de personajes, conflictos y situaciones iniciales es de 10, el tempo es perfecto, la banda sonora maravillosa y no hay un solo plano que sobre. En estos primeros compases de la cinta uno no puede estar más contento y hypeado ante lo que está viendo, algo diferente en tono y narrativa, algo que apunta a ser muy grande…


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