RESEÑA DE ACTION COMICS #978

Mientras Hank Henshaw continúa reclutando villanos para su Escuadrón de Venganza, Superman sigue repasando sus recuerdos para encontrar alguna discordancia. A través de los archivos de la fortaleza, vemos su muerte, su boda, el nacimiento de Jon y los acontecimientos más recientes de su vida. Los registros del ártico encajan con la memoria de Clark, pero éste sabe que algo no está bien. Sus sospechas se confirman cuando un misterioso encapuchado se le aparece y le deja claro que está jugando con fuerzas que van más allá de su comprensión.

Seguimos con el repaso a la “nueva” historia de Superman que, como todos los retconeos, sigue buscando la cuadratura del círculo. Todo vuelve a ser como era, pero nada ocurrió tal y como lo recordamos, especialmente los acontecimientos recientes.

Uno se pregunta qué sentido tienen números explicativos como este o el anterior si en definitiva, es imposible que las piezas encajen. Por ejemplo, Lois y Clark vivieron con su hijo en una granja… pero cualquiera que lea esas historias, verá que la razón por la que están ahí tiene poco tiene que ver con lo que aquí se cuenta. Vemos que Superman lleva el traje del N52… pero la mayoría de acontecimientos de aquellos comics no pueden haber ocurrido bajo esta continuidad. Otra patata caliente, y si me apuras, el desacuerdo más grave de esta propuesta es la muerte temprana de los Kent. Se llega a decir que los Kent nunca conocieron a Lois… pero sin embargo estos sí fueron muy importantes en historias aceptadas como canon, como la muerte o el exilio de Superman.

En definitiva un galimatías sobre el que es mejor no indagar y simplemente aceptar que Superman tiene un pasado y que casi todo lo que hemos leído desde 1986 para aquí está en su memoria… más o menos. 

Continuidades agujereadas aparte, al menos estos episodios se pueden tomar como un prólogo de la saga que va a empezar en el próximo número y que promete ser bastante más potente que lo que tenemos por ahora. Veremos.

Por lo demás el cómic tiene poco de relevante. Que nadie se deje engañar por la estupenda portada de Kubert o las alternativas de Gary Frank. Los interiores acusan las prisas de una serie quincenal y nada de lo gráfico destaca por ninguna parte quedándose en un salir del paso poco relevante.

En definitiva, un tanto decepcionantes estos Aftermath de Reborn (ya hablaremos del Trinity 8, ya…) que aportan tirando a poco por sí mismos pero al menos intentan contarnos las reglas del juego que se aplican ahora por estos lares.