EPISODIO 2X21 "RESIST"
Fecha de emisión: 15-05-2017
Director: Millicent Shelton
Guión: Jessica Queller y Derek Simon
Guión: Jessica Queller y Derek Simon
Reparto: Melissa Benoist (Kara/Supergirl), Mehcad Brooks (James Olsen), David Harewood (Hank Henshaw / Martian Manhunter / Cyborg Superman), Jeremy Jordan (Winn Schott), Chyler Leigh (Alex Danvers), Chris Wood (Mon-El), Katie McGrath (Lena Luthor), Floriana Lima (Maggie Sawyer), con Teri Hatcher como Rhea, Lynda Carter como Presidenta Olivia Marsdin, Brenda Strong como Lillian Luthor y Tyler Hoechlin como Superman
Reseña de Javi OlivaresRESUMEN
Rhea está atacando la ciudad de Central City sin contemplaciones, decidida a erradicar a los humanos y repoblar la Tierra con daxamitas. Además, ha secuestrado a Lena Luthor y pretende casarla a la fuerza con su hijo Mon-El para que le proporcionen un heredero que combine lo mejor de sus dos mundos.
En la ciudad, Supergirl y el DEO (excepto Martian Manhunter, que está en coma después del ataque mental de Rhea del episodio anterior) luchan contra los soldados de Daxam y tratan de repeler la amenaza. Se formará una alianza imposible entre el DEO y su mayor enemigo, Cadmus, ya que Lillian Luthor está dispuesta a colaborar para salvar al mundo de la amenaza alienígena. Y hablando de alienígenas, después de ser rescatada en el Air Force One, la presidenta Olivia Marsdin se revela ante Supergirl y la recién retornada Cat Grant, como una extraterrestre proveniente de un planeta masacrado y refugiada en la Tierra. De ahí su campaña de integración alienígena.
Utilizando el proyector de la zona fantasma de la Fortaleza de la Soledad como portal para acceder a la nave, Supergirl, Lilian, Alex y Cyborg Superman penetran en el corazón de la invasión daxamita y consiguen rescatar a Mon-El y Lena antes de que la reina los despose. Pero como era de esperar, Lillian traiciona a Supergirl y Mon-El y los deja en la nave para que mueran cuando desde la Tierra disparen un rayo destructor que acabará con la flota de Daxam. Supergirl envía a Mon-El de vuelta (tenían un plan B en caso de traición de Cadmus) pero ella se queda para intentar negociar con Rhea una rendición pacífica.
Pero la negociación de Supergirl no llegará a buen puerto. Lejos de sentirse derrotada, la reina parece tenerlo todo bajo control. En la Tierra, el cañón de positrones que iba a aniquilar la flota daxamita es destruido antes de efectuar su disparo, al mismo tiempo que un nuevo aliado de Rhea aparece de la nada golpeando con fuerza a Supergirl. La sorpresa de la chica de acero será importante cuando descubra que su nuevo adversario no es otro que… Superman.
CRÍTICA
CRÍTICA
Joer, macho... desde luego el nombre del episodio tiene guasa. "Resist". Porque esto es lo que nos toca hacer a los sufridos fans cuando nos plantan delante episodios como el de hoy: resistir. Resistir las ganas de mandar la serie a donde amargan los pepinos.
Mira que, aunque no lo creáis y me llaméis "SupermanJaterOlivares" y todas esas cosas tan bonitas con las que me río tanto, trato de ser lo más condescendiente posible con Supergirl principalmente porque adoro el trabajo de Melissa (cuando la dejan interpretar, claro), y me esfuerzo por ver los puntos positivos de cada episodio. Porque no quiero dejar la serie por imposible. Pero lo de hoy, siendo el pre-season finale, es un despropósito que ni Ed Wood en sus mejores tiempos habría tenido la desvergüenza de filmar.
Comenzamos este vía crucis por su argumento lamentable. La típica invasión alienígena sin mucho sentido y casi idéntica a las intenciones de Astra en la primera temporada, que nos regala momentos como el holograma gigante de Rhea en medio del cielo, o esos soldados daxamitas cuyo look parece hecho con los diseños desechados de la armadura del Guardián. Y si la armadura del Guardián ya es de risa, imaginaos cómo son los diseños desechados. En fin…
De la nada, aparece en escena Cadmus y un cañón de positrones, artefacto que viene a ser la versión Supergirl del bat-repelente para tiburones y está ahí porque el argumento lo necesita y punto. No preguntemos más, que es malo. Además, la llegada de Cadmus incluye al Cyborg Superman (sí, ese que lleva la máscara del Fantasma de la Ópera) y, para economizar en efectos especiales y no tener que duplicar en pantalla a David Harewood, se elimina del episodio a Martian Manhunter y todos contentos. Bueno, todos menos el Sr. Coherencia y la Sra. Sentido Común, que se tiran de los pelos ante la solución de los guionistas para ahorrar unos dólares.
Y hay mucho más. Situaciones dramáticas o supuestamente emotivas que no funcionan, neblina blanca en el suelo de la nave daxamita —de esa que se usaba en las pelis baratas de sci-fi de los años 50 para dar ambiente tenebroso—, guardias disfrazados de Kylo Ren (sí, sí, de Kylo Ren), un intento de matrimonio forzoso entre Mon-El y Lena Luthor, la presidenta de los EEUU revelando su naturaleza alienígena sin que, después de tantos episodios de jugar con ello, tenga al final ni la más mínima importancia para la trama… y el oportuno regreso de Cat Grant, que vuelve igual que se fue: feminista, todopoderosa y chula como ella sola. Pero al menos sigue siendo una buena actriz.
El papel de Teri Hatcher tampoco funciona. Lo que podría haber sido un cameo curioso de una vieja actriz de Superman en esta serie, se ha convertido en la gran villana de la temporada y, lo siento, pero no me lo trago. No es que Hatcher sea mala actriz, pero este no es su rol, de eso no hay duda. Los speeches de dominadora mundial no le pegan y el personaje termina derivando a un villano de serial barato sin nada interesante que ofrecer. Tampoco ayuda su look ni la estética daxamita, que camina por la misma línea de la película de los Masters del Universo con toques de Star Wars y el Rey Arturo… pero todo de oferta, vaya.
Y toca hablar del final, claro: Superman. La aparición del hombre de acero de nuevo en este final de temporada era algo que estábamos esperando con una mezcla de ilusión y pavor, porque a saber por dónde iba a tirar esto y si, en el desesperado intento por meterlo con calzador otra vez en el show, no se iban a cargar lo bien que quedó al principio de temporada. Pues de momento no empieza bien la cosa. Superman aparece como malvado, seguramente controlado mentalmente por Rhea vaya usted a saber cómo y por qué, pero demostrando una vez más que, el héroe más poderoso de la Tierra, tiene una mente muy sugestiva al control. Casi preferiría que tiraran del recurso de que es un robot.
Así que, amigos, a la espera de saber cómo enfocan el “gran final”, la batalla definitiva y hasta la aparición de Zod de cara a la próxima temporada, este penúltimo episodio no solo es predecible, tiene efectos más pobres de los que acostumbra a tener la serie y más what-da-fucks por minuto de los que podríamos contar, sino que es del todo vergonzoso. Ni siquiera es un "quiero y no puedo", ya parece que es un "ni quiero, ni me da la real gana intentarlo".¿Y de veras Supergirl no merece nada mejor en el canal de TV “madre” de todo su universo? Yo creo que sí, porque si esto es lo que cabe esperar de aquí en adelante, quizá sea el momento de replantearnos si queremos seguir a bordo de este barco o coger el primer bote salvavidas que se dirija a puerto.
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