RESEÑA DE JUSTICE LEAGUE #12

En esta historia conoceremos los inicios de Maxwell Lord, desde sus orígenes como hijo de un industrial con problemas con la justicia, su fulgurante ascenso en la organización Checkmate y de cómo la llegada de la Liga de la Justicia supuso un paso atrás en sus aspiraciones de control, además de enfrentarle a ARGUS y a Amanda Waller. Ahora, enfrentado a ésta y ya como un fuera de la ley, Max está dispuesto a desencadenar la mayor amenaza metahumana que se ha visto en mucho tiempo.

Maxwell Lord es uno de esos personajes que ponen en cuestión la coherencia interna del universo DC. Arrancó como un personaje cuestionable pero positivo en la Justice League International de Giffen y DeMatteis y tuvo una inesperada y no muy creíble conversión a villano letal por parte de Geoff Johns en Crisis infinita. Por si esto no hubiera sido ya lo bastante forzado, su muerte a manos de Wonder Woman y posteriores resurrecciones le habían convertido en un malo recurrente con el que los guionistas aspiraban a reconciliar su pasado dentro de aquella mítica formación de la Liga, con su presente de amenaza mundial imparable. Un casamiento que nunca acababa de funcionar del todo.

Su escasa por no decir nula presencia en los tiempos del New 52, le ha convertido en una baza a jugar en estos tiempos del Rebirth, donde retconeo mediante y libres (por desgracia) de la vieja Liga Internacional, recibe en este número que nos ocupa un origen plenamente villanesco pero reconciliado con su pasado relacionado con Checkmate y su faceta de manipulador en las sombras.

Más allá de encajar a Max en esta nueva continuidad, el cómic tiene pocos atractivos. El dibujo es tosco y acartonado, con poco movimiento o expresividad en los personajes y la trama está contada de un modo muy habitual sin hacer ningún intento de ser original ni en el fondo ni en la forma. Lo lógico, o lo lógico en caso de que las cosas se hicieran de otra manera en la industria actual, hubiera sido que esta historia hubiera estado integrada dentro del crossover Justice League vs Suicide Squad y no colocada como un apéndice fuera de ella. Quizá así nos hubiéramos evitado que Max allí apareciera de la nada como una seta y le habríamos dado más profundidad a todo el invento, pero claro, habríamos perdido un par de páginas de mamporros y eso no puede permitirse.

Sea como sea, el Maxwell Lord más manipulador ha vuelto a entrar en juego e incluso los que preferimos su faceta original de encantador de serpientes de sonrisa interminable, agradecemos que ronde de nuevo por las páginas del universo DC con un origen medio coherente. A ver lo que dura esa coherencia.