RESEÑA DE INJUSTICE 2 #45

Amazo solo lleva 5 minutos de ataque contra Delhi y ya se ha cobrado 23.000 vidas humanas y masivos destrozos materiales. El Team Batman se transporta al lugar mientras que Superboy, Starfire, Wonder Girl y Steel vuelan a toda velocidad para unirse a ellos en la batalla.

Al llegar, comienza la pelea contra el androide Amazo, que es tan poderoso como preveían y va quitándose de encima a todos los que intentan atacarle.

Green Arrow lanza una flecha con una pequeña cabeza atómica directamente a la cara de Amazo, lo cual da unos momentos de calma. Pero el androide se levanta y lanza su visión calorífica directamente contra Ollie y Dinah, que habrían muerto de no ser por… ¡Flash! Barry se ha cansado de su “retiro forzoso” y se ha unido a la batalla, y su llegada es crucial no solo para salvar la vida de sus amigos, sino la de un gran número de civiles del derrumbamiento de un edificio.

Superboy intenta contener a Amazo luchando mano a mano contra él, pero el androide lo repele con su visión de calor. Batman, utilizando su armadura de combate, intenta lo mismo pero solo consigue verse en el suelo mientras que el androide le arranca pedazos de la armadura y está a punto de matarlo.

Pero en ese momento, algo golpea la cabeza de Amazo y salva la vida de Batman. Un escudo. Y la lanzadora ha sido Wonder Woman, que, tendiendo su mano a Bruce, le dice que tienen trabajo que hacer.

Una nueva Trinidad se ha formado en este número, y esto ya empieza a parecer casi un cómic de la Liga de la Justicia más que uno de Injustice. Sí, de acuerdo, una Liga de la Justicia disfuncional y con personajes que en la vida habrían tenido cabida en ella, y además hay que hacer caso omiso a un montón de barbaridades que casi todos estos héroes han cometido en el pasado, de una u otra manera. Pero cuando los superhéroes dejan a un lado sus diferencias y se unen para enfrentarse a un villano imposible, es cuando un lector de cómics disfruta más. No sabemos cuánto durará esta alianza, si será el principio de un perdón entre ambos bandos o si solo propiciará una nueva desavenencia (bueno, en realidad si conocéis el modo historia de Injustice 2, sabemos en qué bando termina cada uno, pero por ahora en estas páginas, no). Pero sea como sea, este momento de “Bruce, levanta que tenemos trabajo” y esa última página con Diana, Conner y Bruce formando la Trinidad… admitámoslo, es muy fan service y eso se agradece. 

Al dibujo, Daniel Sampere brilla en unas páginas cargadas de acción, de personajes, de dinamismo, y nos regala paneles extraordinarios y esa última viñeta que es como para hacérsela en tamaño póster.  Siempre digo, aun a riesgo de equivocarme, que cuando un artista disfruta dibujando a algún personaje, se nota, se transmite en las páginas, y en España tenemos la enorme suerte de que nuestros dibujantes de renombre internacional son, además de excelentes artistas, grandes fans que se toman su trabajo como algo muy personal. Y cuando las cosas se hacen con talento, salen bien, pero si a ese guiso le sumas cariño y respeto por lo que estás haciendo, el plato debe quedar, por fuerza, exquisito. 

Así pues, Injustice avanza hacia una nueva dirección en la que impera eso de “el enemigo de mi enemigo, es mi amigo”, y en el que el bien común está por encima de las diferencias y las enemistades. Al menos, por ahora. Que esto es Injustice.