RESEÑA DE ACTION COMICS 979-984 SAGA "REVENGE"

Mientras busca su nuevo apartamento en Metrópolis, Superman recibe un aviso de socorro de su fortaleza en el Himalaya. Al llegar hasta ella, descubre que ha sido arrasada y uno de los objetos que allí guardaba, la piedra del olvido, robada.

Dicha piedra ha servido para que Hank Henshaw recupere su identidad de Cyborg Superman y se ponga al frente de algunos de los más grandes enemigos del hombre de acero. Dicha alianza ya cuenta con el Erradicador, Mongul, Blanque y Metallo, pero no contento con ello el Cyborg va en busca de alguien mucho más poderoso: el General Zod.

El líder militar de Krypton está en manos de Amanda Waller en unas instalaciones protegidas por una extraña tecnología relacionada con la zona fantasma de Krypton, la llamada bóveda negra. Tanto el Erradicador como el Cyborg Superman entran en la bóveda y se ven notablemente afectados por ella, como también lo será Superman al ir tras ellos, al menos hasta que la poderosa estructura implosione y libere a Zod de su prisión.

Superman entrará en batalla con los tres villanos al mismo tiempo, pero pronto descubrirá que no puede con los tres a la vez, especialmente porque los efectos de la bóveda le han dejado ciego.


Para proteger a su familia e intentar encontrar una cura para sus ojos, el hombre de acero se dirige a su refugio del ártico con Lois y Jon. Desgraciadamente, los villanos saben que sus objetivos pasan por tomar el control del baluarte kryptoniano y atacan el lugar en grupo. Superman, ciego y con muy pocas posibilidades de victoria, pide ayuda a través del Omnihedron y contraataca para dar tiempo a huir a su familia. Cuando todo parece perdido para el héroe, Supergirl, Lex Luthor, Kong Kenan, Lana Lang y Acero aparecen para prestarle ayuda.


El combate se divide entonces en distintos frentes y todo parece mucho más igualado, aún así la determinación de Zod es imparable y un Superman ciego no parece ser suficiente como para detenerle. El general consigue el proyector de la zona fantasma y envía hasta allí a gran parte del equipo de Superman así como también al Cyborg Superman y al Erradicador. Las razones de por qué ha enviado a dos de sus aliados a la zona descolocan a todo el mundo, pero Zod va mucho más allá atacando también a Metallo y a Mongul dejándolos fuera de combate.

Aunque Jon, Supergirl y Krypto, siguen peleando contra él e incluso consiguen herirle, los planes de Zod siguen adelante. Pero una última sorpresa aguarda en el interior de la zona a Superman. La verdadera motivación de Zod no es liberar a ningún ejército como había estado clamando, sino a Ursa y a su hijo, Lor Zod, quienes siguen prisioneros en la zona y el general quiere liberar de su prisión cueste lo que cueste.


Dicha liberación trae también de vuelta a Superman, a quien su paso por la dimensión fantasma ha devuelto la vista, y aunque el general parece dispuesto a seguir su batalla, Ursa le recomienda huir para pelear otro día. Y es que sus planes van mucho más allá de derrotar a Superman. Para la familia del general Zod, es el momento de reconstruir Krypton.


CRÍTICA

Pues a la chita callando y sin armar mucho ruido, Action Comics nos ha dejado con este arco el que posiblemente ha sido su mejor saga desde el arranque de la etapa Rebirth.

Ciertamente no ha inventado la rueda. Los enemigos de Superman suelen tener la costumbre de reunirse para hacer pasar un mal rato al hombre de acero, pero no por muy sobada una formula se convierte en fallida, especialmente si las pretensiones no van mucho más allá de entretener y de hacer pasar un buen rato con acción superheroica.

Lo trillado de la propuesta base se ha visto aderezado en esta ocasión por varios elementos que le han dado bastante color y vida al asunto. Por un lado, un estupendo apartado gráfico. Patrick Zircher ha estado quizá más acertado en sus entregas de esta saga que en otras de sus aportaciones recientes a Action Comics, pero amén del buen hacer del titular, nos encontramos con que los dibujantes de paso han  resultado incluso mejores que el original. De entre todos estos merece mención especial Jack Herbert cuyo extraordinario trabajo aquí, recuerda al del mejor Jerry Ordway. Los detalles en expresiones faciales, la espectacular composición de página en las batallas y sobre todo, apañárselas para mostrar a un Superman majestuoso como pocos, hacen que algunos momentos de la saga suban por sí solos varios peldaños.

El conjunto se completa con Victor Bogdanovic, también extraordinario dibujante, si bien, su estilo se aleja diametralmente del de Zircher y Herbert y rompe un tanto la armonía visual de la saga en conjunto.

Por otro lado, y aparte de la agradecida labor gráfica, la trama se las apaña para remozar a algunos villanos y, sobre todo, para traer de vuelta a dos puntales de la galería malvada que habían estado demasiado tiempo fuera de juego. El Superman Cyborg, el verdadero, el original que nos retrotrae más que nadie a esa estupenda etapa del Reinado de los Superhombres, y por supuesto al General Zod, reintroducido en la continuidad tras su paso por las páginas de Escuadrón Suicida.

Como suele pasar en estos casos, mejor no darle muchas vueltas a la continuidad ni buscarle pies al gato que serían muy fáciles de encontrar. Quedémonos con la idea de que nos han devuelto versiones primigenias y funcionales de algunos de los más importantes villanos de Superman y que no solo nos han entretenido un rato sino que, además, vienen listos para seguir dando guerra en el futuro inmediato.